Resulta irónico que lo mejor que les haya podido pasar es que las demás tribus urbanas se hayan organizado para empezar una “cacería de emos”. No piensen mal, el autor de esta humilde columna está en contra de cualquier tipo de violencia y/o muestra de intolerancia hacia cualquier persona o grupo, así sean americanistas. Pero hay que aceptar algo, nuestros sensibles amigos tuvieron que ser golpeados en masa para que la sociedad empezara a interesarse en ellos.Y en los últimos dos meses es todo lo que “¡emos!” escuchado. Reportajes, blogs, mesas de discusión y varios litros de tinta se ha chupado este grupo que parece ganar cada vez más adeptos, sobre todo entre la población púber y post púber. Para empezar, hay una gran discusión sobre si son o no una tribu urbana, es decir, un grupo cuyos miembros están unidos bajo un conjunto de características, pensamientos, modas e intereses comunes para formar una minoría con una identidad propia.De entrada cumplen perfecto con la definición de lo que se considera una tribu urbana: todos tienen pensamientos suicidas, se visten y peinan de manera idéntica y tienen el interés común de ir en bolita a sufrir y se sientan en algún parque, plaza, banqueta o afuera de una tiendita (sobre todo si es de discos). Parece que a los punks y a los darks esto les molesta, y es por eso que han decidido echarles bolita. Para ellos los emos no son una tribu urbana, porque no tienen una ideología definida. Argumentan que su música y moda no son auténticas, el emo steals instead of borrow como diría una canción de Manson.
Es decir, roba en vez de pedir prestado. Bueno, eso es lo que dicen los punks y los darks. La palabra emo deriva de emotional o emocional en español. Aunque si hubiera una palabra para describir a este grupo no debería ser el de sensible, sino el de intensos. Viven deprimidos, lo cual es normal, sólo fíjense en la edad entre las que oscilan, la pubertad, la secundaria y la prepa. ¿Si se acuerdan lo difícil que era esa época, no? Cuando eres muy grande para jugar y muy chico para fumar. Cuando a los hombres nos cambia la voz, nos salen granos (y otras cosas), nos crecen las piernas, los brazos y la nariz, y la mayoría de las mujeres tampoco corren con mejor suerte. Además, es la época en la que si no eres de los populares en la escuela, de seguro es porque eres de los rechazados. Nadie te entiende y quieres morir. Es importante señalar que el término, como tal, se lo debemos al post-hardcore que se dio a mediados de los años 80 en Washington D.C. Las bandas que se consideran hoy en día emo como 30 Seconds to Mars, My Chemical Romance, Fall Out Boy o PXNDX (wtf!), son en realidad “fake emos”, es decir, emos de centro comercial, creados para vender. Los ritmos, letras y música que utilizan están ya muy alejados de los verdaderos grupos como Fugazi o Jimmy Eat World (en sus inicios). Como mencionaba, el emo es en extremo depresivo y es que absolutamente todo los deprime. Que si en su casa nadie los entiende, que si la sociedad es una mierda, que si su chica los dejó, que si subió el precio del petróleo, que si el PRD está en crisis, o sea, todo. Debe de ser muy difícil ser madre, padre, hermano, novia o tener cualquier tipo de relación con él. Hay que pensar muy bien las cosas y escoger muy bien las palabras, porque corremos el peligro de que los deprimamos y corran al baño a cortarse. Ahora, si esto es con los hombres, debe ser una pesadilla aguantar a una chica emo que “esté en esos días”, entre la montaña rusa hormonal y la intensidad de su personalidad, no sé quién sea el valiente. Para aquellos despistados que todavía los confunden con los goths o con los punketos, o para todos 
aquellos que creen que se llaman nemos (sí, como el pez de la película) les doy una guía rapidita y eficaz para detectarlos.Físicamente no hay mucha diferencia entre el emo hombre y el emo mujer. Su moda, accesorios y peinados son muy parecidos. De hecho, todo el look que manejan busca alcanzar la androginia, es decir, una combinación entre lo masculino y lo femenino que confunde a todo el mundo, porque no sabemos si es o no es (y no, no por eso las prostis de Tlalpan se pueden considerar emos). Son muy delgados, o bueno, por lo menos tratan, porque viviendo en el país de las garnachas eso a veces es muy difícil y es común ver a alguno enseñando lonjita. La ropa es predominantemente negra con detalles rosas. Las playeras son una o dos tallas más chicas de la persona que las usa, y tienen estampados en el frente el nombre de bandas “popcore” famosas. Muchas veces, las mujeres usan leggins de rayas horizontales blancas con negro, muy a la estética de Tim Burton.
Los hombres pueden usar corbatas sobre las playeras. En cuanto a maquillaje, tanto hombres como mujeres se delinean los ojos y se pintan las uñas.Además, para ser un emo cool, hay que colocarse piercings en los labios, teñirse el pelo de negro y utilizar cortes bastante estrafalarios. Ahora parece que la tendencia es taparse con un flequillo un ojo, o en casos extremos los dos, llevar el pelo lacio pero en la parte de atrás traerlo parado, como si trajeran el almohadazo.Su personalidad es muy sencilla, en Estados Unidos se les conoce como “shoe gazers”, en español “los que miran el zapato-tenis”. Esto es porque por lo general caminan viendo al suelo. Deprimidos por todo lo que sucede a su alrededor, se provocan cortadas en las muñecas, brazos y piernas para “aliviar” el dolor que sienten; las cicatrices pasan a ser un accesorio más. Cuando el drama es ya intolerable, sacan su principio suicida y tratan de quitarse la vida, lógicamente siempre termina en un simple intento (porque en el fondo, no querían quitarse la vida, sino vivir el drama de quitársela), y cuando se dan cuenta de que fallaron, se deprimen aún más y es un ciclo vicioso que nunca termina.
Básicamente en esto consiste ser emo, una actitud pasiva, que no propone y sólo sufre, es por eso que no creo que se pueda considerar una tribu urbana. El emo de ahora es una simple fad, es decir, una moda pasajera que ha logrado tener fuerza gracias a las disqueras, a la mercadotecnia y ahora a las golpizas que les están poniendo en toda Latinoamérica. Es la falta de tolerancia, la ignorancia y el odio estéril el verdadero problema en todo el tema de las golpizas en contra de ellos. Parece que ahora las tribus urbanas se reducen a un look y a algunas características en común bastante superficiales. Poco a poco las verdaderas tribus urbanas que tenían una causa social, que eran activas y tenían una ideología han desaparecido dando lugar a los productos que tenemos ahora y que no son más que un reflejo de la sociedad en la que vivimos. Eso sí es para deprimirse the emo way. 
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